8 salsas de base: 1. Mayonesa

Me da igual. Llámelo mahonesa que mayonesa. El supuesto origen de la salsa en Mahón es tan discutible como posible.
En todo caso es la salsa más sencilla que se puede hacer a la par que más complicada por según la tradición. Se dice que la salsa se corta si los ingredientes están a diferente temperatura o si la mujer que la hace tiene la mestruación. Todo lo que tiene de sencilla lo tiene de misteriosa, ya que cuando se corta, no parece clara la razón. En mi vida se me ha cortado sólo una vez, así que no tengo criterio para dar una explicación, pero curiosamente ese día tenía fiebre.

Mi método para hacer mahonesa es el siguiente:
  • 1 huevo entero
  • un chorrito de vinagre
  • un pellizco de sal
  • un chorrito de aceite de oliva virgen extra (si voy a hacer salsa cocktail no pongo aceite de oliva)
  • Aceite de girasol, maíz o colza todo lo que admita
Se abre el huevo, se echa el chorrito de vinagre, el pellizco de sal y el aceite de oliva. Se mezcla y, mientras se va batiendo, se va echando el otro aceite poco a poco hasta que quede con el espesor adecuado.
Esta salsa base tiene varias opciones dependiendo del uso. Si se le añade ketchup, se obtiene la salsa cocktail. Yo, para acompañar a la col, suelo echar un ajo y unas hojas de perejil. También he descubierto un sabor interesante para acompañar pescado si se le echa gengibre. A partir de ahí es buscar la combinación entre especia y comida que va a acompañar.

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